Harry Potter y El Sombrero Seleccionador
El Sombrero Seleccionador es un artilugio mágico que aparece por primera vez en la película “Harry Potter y la piedra filosofal”. Es un sombrero parlante y cantarín, cuya particularidad consiste en que, cuando lo colocas sobre la cabeza de los nuevos alumnos, el Sombrero es capaz de “leer” su personalidad y valores, y asignarlos a una de las “casas” o hermandades de Hogwarts, sin equivocarse nunca.
Lo cierto es que, para los que nos dedicamos a la evaluación, sería maravilloso poder contar con el Sombrero Seleccionador. Sólo tengo que ponérselo al candidato y, voilà, el Sombrero toma la decisión por mí. Lo malo es que el Sombrero Seleccionador no existe. ¿O sí?
No, no existe, pero en ocasiones nos comportamos como si existiera, y dejamos en manos de herramientas, como pueden ser los tests o cuestionarios, una decisión que nos corresponde a los evaluadores. Algunas personas parecen buscar una herramienta mágica en la que, dándole a un botón nos diga, sin asomo de dudas lo que un candidato puede o no puede hacer. Lamentablemente (o mejor dicho, afortunadamente), esto no existe.
Lo que cualquier herramienta de evaluación nos da son datos, y somos nosotros los que debemos analizar esos datos, matizarlos, valorarlos, compararlos con otros, y tomar una decisión con ellos. Porque, además, esos datos no van a ser nunca de una exactitud máxima, sino aproximaciones a algo tan complejo como es el comportamiento de una persona. En esto consiste el trabajo del evaluador. Las herramientas no deciden nada, las herramientas ayudan. La decisión es nuestra, en base a los datos que vayamos recopilando.
Además, si el Sombrero Seleccionador existiera…¿para qué serviríamos nosotros?