De la rivalidad a la cooperación: una transformación de los esquemas de trabajo
Apollo 13 las conductas de trabajo en equipo puestas a prueba
Ser competitivos ha sido durante muchos años la máxima en la vida de los seres humanos, se dice que aquellos que siempre llegan primero son los que encabezan las listas del éxito. Existen múltiples formas y mensajes que invitan a las personas a que compitan con otros, donde su eficiencia para realizar diversas tareas, determinan si la persona es o no competente.
¿Alguna vez nos hemos cuestionado para qué competir? ¿Cuál es el fin último de la competencia? Lo cierto del caso es que los entornos políticos, económicos, y también laborales se han regido bajo este esquema de pensamiento y acción, en el cual siempre habrá ganadores y perdedores. Esta forma de dirigir la vida personal y laboral lleva intrínsecamente a un estado constante de confrontación entre ambos grupos que frena el desarrollo de las organizaciones.
Sin embargo, actualmente las organizaciones han dado un giro a esta forma de trabajar centrada en la rivalidad, y apuestan por un modelo basado en la cooperación y colaboración. Es decir, se deja atrás el trabajo individual y se fomenta el trabajo en equipo para alcanzar objetivos; por lo que el resultado final se desprende de la interacción entre varios colaboradores y no de acciones individuales.
Uno de los puntos fundamentales del modelo de trabajo colaborativo, es el reconocimiento de las habilidades, destrezas y capacidades individuales de cada miembro del equipo. Estas, al ser conjugadas en un proyecto o tarea asignada, generan mejores resultados, lo cual es crucial porque los equipos de trabajo son el mejor escenario para desarrollar las capacidades individuales.
Ahora bien, resulta fundamental diferenciar entre el modelo de competencia que propicia escenarios de confrontación y el modelo basado en competencias que propicia la cooperación, debido a que el trabajo en equipo es una de las competencias participativas fundamentales dentro de las organizaciones, pues es el origen de proyectos innovadores y propicia el desarrollo de otras competencias, como lo son la comunicación, planificación estratégica, organización del tiempo; entre otras.
Uno de los puntos medulares del esquema basado en la cooperación, es que visualiza al colaborador, al departamento y a la organización como un todo, esta unidad tiende a ser dinámica, cambiante, flexible y con la capacidad de adaptación en los diferentes niveles que la componen.
De esta manera, el trabajo se asume como un proceso donde el resultado final es mucho más que la suma de cada una de las múltiples acciones. Esta visión permite que los procesos no sean estáticos, sino se mantengan en constante mejora, gracias a los aportes que los miembros del grupo brindan.
¿Y cuáles son las conductas de un colaborador que trabaja en equipo vs un colaborador que muestra conductas individualistas?
Miremos estas conductas diferenciadoras en la película Apollo 13
La historia del Apollo 13 retrata uno de los pasajes más emblemáticos en la historia espacial.
Apenas dos días después de despegar el motor central sufre una falla y se apaga por completo, hasta el momento no hay problemas ya que en la base dicen que no habrá problemas mayores sino hasta que pierdan otro, pero al poco tiempo de este suceso comienza a haber problemas en casi todos los sectores de la nave, por lo que toman la decisión de cerrar las válvulas de combustible de las células 1 y 3, puesto que esta sería la única manera de contener la fuga. Pero todo sale mal, los tripulantes del Apollo 13, Fred Haise, Jack Swigert y Jim Lovell se comienzan a quedar sin oxígeno y queda poco tiempo para mejorar las cosas, y como si fuera poco, la nave comienza a perder energía rápidamente, por lo que deben actuar rápida y efectivamente si quieren seguir con vida. Dadas las circunstancias todo el equipo comienza a trabajar a su máximo rendimiento.
Ahora el plan ha pasado a ser una misión en la cual se tiene como meta salvar a los astronautas trayéndolos sanos y salvos de vuelta a su hogar, la tierra. Se comienza a improvisar y a innovar bastante puesto que quienes formaban parte del equipo del control de la misión estaban frente a un escenario totalmente nuevo y debían conseguir los objetivos con aquello que tuviesen a la mano.
Comienzan las tomas de decisiones, las cuales debían ser tomadas rápidamente, pero que a la vez sean lo más efectivas posibles, bajando el riesgo de los tripulantes del Apollo 13, es así como se da inicio a la discusión de si sería mejor regresar de inmediato, antes de llegar a la luna o utilizar la gravedad de la luna para dar la vuelta sutilmente, lo que resulta en que se tome la decisión de que regresar de inmediato era muy riesgoso así que decidieron utilizar el otro método.
Toda esta planeación que era llevada a cabo constantemente por los miles de personas que tuvieron algo que ver con la estrategia de regresar a salvo a estos tres astronautas pasaban por alto lo conocido, cambiando la ideología de “A se diseñó para hacer B” para crear un pensamiento como “A es capaz de hacer B”, se trataba de ver otros puntos de vista, ser ingeniosos, ver las opciones presentes y explotarlas al máximo, la cuestión es hacer, trabajar y dar datos concretos. Un colega por ejemplo, aconseja que apaguen todo en la nave, ya que si no lo hacen no tendrán energía suficiente para volver y así comienzan a formular planes para situaciones nuevas, situaciones que ni siquiera han sido simuladas anteriormente.
A lo largo de esta odisea aparecen dos líderes que influyen notablemente en el resto de sus compañeros, por un lado tenemos a Lovell, quien poseía una enorme experiencia, un alto grado de dominio de la situación y quien alentaba a sus compañeros para que lucharan por sobrevivir dando lo mejor de sí y dejando las peleas a un lado, enfocando toda la energía que tenía en la meta de volver a casa.
Por otro lado tenemos a Gene Kranz, quien era el director de vuelo y el principal entusiasta a la hora de salvar a los astronautas, su ideas eran claras, para él no estaba permitido el fracaso, y salvarían a esos hombres a como dé lugar, por lo que debían trabajar sin descanso hasta lograr el objetivo, utilizando todas sus capacidades, planeando ideas y explotando las ventajas de cada grupo de trabajo para que funcionasen de manera armoniosa como un todo, eficaz y eficiente.
A la hora de acercarse a la tierra para comenzar a llevar a cabo el proceso de reingreso Jim y su tripulación no quieren estimaciones, sino procedimientos para concluir con éxito su tarea, es aquí cuando se ve que la confianza que se tienen todos los unos a los otros es de vital importancia para afrontar un momento tan drástico como el que se dio en aquella situación, puesto que si no se confiaba completamente en quien debía llevar a cabo un proceso dentro de la nave o no se confiaba en lo que decían los miembros del control de la misión quizás el rendimiento no hubiese sido el mismo e incluso la misión no pudiese haber concluido con éxito.
En conclusión, el trabajo llevado a cabo por cada uno de los miembros del equipo debía ser la cosecha de lo mejor de cada uno, basado en la creencia de que todo es posible.
El trabajar de manera colaborativa hace una gran diferencia a la hora de lograr resultados excepcionales. Esta competencia es la distintiva de la era digital. Sabias que el 90% de los clientes de Multiplicity la tienen como competencia CORE a la hora de definir sus perfiles de éxito. ¿Y en tu organización incentivan la competencia o se promueve y premia la cooperación y el trabajo en equipo?
La sinergia empresarial es un cambio necesario para aprovechar la enorme ventaja competitiva que les aporta a las organizaciones trabajar en red para lograr alineación con sus colaboradores, sus asociados claves y el mercado.
excenlento, admiro ese eficiente método.
La verdad es que la cooperación y el trabajo en equipo es una competencia necesaria para lograr un alto desempeño en esta era digital . Saludos