El desafío de realizar un perfil ideal realista
¿ES UN PÁJARO? ¿ES UN AVIÓN?
¡Es SUPERMÁN! La verdad es que esta mística frase es la que me viene a la mente cuando veo algunos perfiles ideales que se diseñan en procesos de reclutamiento y selección. En todos estos años de trabajo hemos visto procesos de todas las formas y colores, en algunos casos con “perfiles ideales” de 10, 12 o hasta 16 competencias.
¿16 competencias? ¿En serio? ¡Nadie tiene 16 competencias en un nivel alto! No es posible. Bueno, excepto Supermán, claro.
Por eso es tan importante diferenciar un “perfil ideal” de un “perfil irreal”. Hay perfiles que son una carta a los Reyes Magos y, al mismo tiempo, un billete directo a la frustración. Porque creamos un nivel de exigencia tan elevado que es dificilísimo de cubrir, si no imposible.
Recuperemos por un momento el concepto de “importante”. Por importante entendemos algo que es relevante, que tiene más valor que otras cosas. Si, poniendo un ejemplo muy común, en mi trabajo no soy capaz de diferenciar entre mis tareas y “todo es importante”, entonces no tardaré mucho en verme envuelto en el más absoluto caos. Y en todas las cosas de la vida es igual.
Esta “importancia” es lo que se entiende por “criticidad” de una competencia. Las competencias no son todas iguales ni tienen el mismo peso. Un perfil debe tener competencias muy importantes (¡muy pocas!) y puede tener alguna competencia accesoria, que añade valor si aparece, pero que no descarta al candidato si no aparece. No se trata de que nuestros candidatos tengan que tener todas las competencias en un nivel alto o muy alto. Se trata de que cubran un mínimo exigible (no necesariamente un valor extremo) en las competencias críticas. Si además tiene otras que “adornan” el perfil, pues mejor. Esto es todo.
Piense siempre que personas muy diferentes pueden ser competentes en un mismo trabajo, porque comparten dos o tres competencias esenciales. Todo lo demás puede ser un plus, pero no es importante. Está bien que el carro tenga los asientos de cuero, no obstante lo esencial es que me lleve de un lugar a otro sin problemas.
¿De verdad necesito a Supermán para ese puesto de gerente de cuentas? No lo creo. Además, Supermán sólo existe en los dibujos animados y en las películas. Y, en el caso de que existiera… probablemente no podría pagarle.