No cumple con el perfil

Una historia sobre perfiles ideales

Chick Webb fue un conocido baterista y director de orquesta de jazz de los años 30. Su banda era excelente, pero no parecía tener el mismo éxito que otras. Webb observó su entorno, y llegó a la conclusión de que lo que necesitaban era una cantante atractiva, que ayudara a su banda a atraer más público, especialmente masculino.

Así, Webb encargó a su cantante, Charles Linton, que buscara por todos los concursos de talentos una joven que cumpliera estos requisitos. Al poco tiempo, Linton llamó a Webb para concertar una audición con una chica. Cuando llegaron al teatro y Webb vio a una muchacha poco esbelta y agraciada, estuvo a punto de darle un ataque:

• ¿Estás loco? – le dijo a Linton – ¿Escuchaste algo de lo que te dije? ¿Crees que así vamos a atraer espectadores? ¡Saca a esa mujer de mi escenario!
• Chick, sé que no es lo que esperabas – contestó Linton – pero escúchala…
• ¿Qué no es lo que esperaba? ¡Si es que no tiene buena presencia! ¡Pídele disculpas, dile que se vaya y sigue buscando!
• Escucha, Chick – dijo Linton-. Si dejas que esa mujer se vaya sin oírla cantar, yo renuncio y me voy.

Evidentemente, Webb no esperaba aquello, y no podía arriesgarse a quedarse sin cantante, así que, muy a su pesar, se sentó y dejó que aquella mujer cantara. Cuando terminó, y tras una pausa, dijo a Linton:

Charlie, nunca me he sentido tan feliz de tener que tragarme mis palabras. Ha nacido una estrella.

Aquella jovencita se llamaba Ella Fitzgerald. Y el resto, como se suele decir, es historia.

Evidentemente, es bueno y necesario tener un “perfil de puesto”, pero uno tiene que tener muy claro qué es crítico y qué no. Webb pensaba que la presencia podía atraerle espectadores, pero cuando oyó a Ella pensó: “¡Un momento! ¿De verdad eso es tan importante? Esta mujer tiene toneladas de swing. ¿Tengo que competir con las otras bandas haciendo lo mismo que ellas?”

Así que la buena presencia no era tan crítica al fin y al cabo. A veces, la determinación de un perfil sirve, más que otra cosa, para construir una serie de prejuicios o barreras que hacen que nos resulte imposible ver lo que esa persona puede aportar, simplemente porque “no cumple el perfil” el cual estaba lleno de prejuicio : las cantantes han de ser bellas y glamurosas, o no sirven). ¿Hubiera sido mejor la orquesta con una cantante que “cumpliera el perfil prejuiciado” que con Ella Fitzgerald? La respuesta es obvia. A veces, el desempeño de la persona hace que te replantees el perfil.